"Unos
puercoespines se juntaban mucho en una fría noche de invierno para
evitar congelarse con el calor mutuo. Pero pronto sintieron las púas, lo
que volvió a distanciarlos. Cuando la necesidad de calor los volvió a
aproximar, se volvió a repetir el mismo problema, de tal manera que
oscilaron entre los dos males hasta que encontraron la distancia adecuada entre ellos en la que mejor podían resistirlo. Así empuja la necesidad de compañía, surgida del vacio y de la monotonía
del propio interior, a que se junten los hombres, pero sus muchos
atributos repugnantes y errores insoportables vuelven a separarlos. La
distancia media que al final encuentran,
y en la que pueden durar un estar en compañia, es la cortesía y las
buenas costumbres. A aquel que no se atiene a esa distancia se le grita
en Inglaterra: "Keep your distance!" Así sólo se satisfará de manera imperfecta la necesidad de calor, pero
a cambio no se notarán los pinchazos de las púas. No obstante, quien
tenga un calor interior propio prefiere mantenerse alejado de la
sociedad para no dar lugar a quejas ni recibirlas."
Arthur Schopenhauer. Parerga y Paralipómena. II, XXXI, ·#396, p. 1108, Ed Valdemar, 2009.
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