viernes, 27 de septiembre de 2013

Filosofía griega y cristianismo: Celso Vs. Tertuliano


Hay una raza nueva de hombres nacidos ayer, sin patria ni tradiciones, asociados entre sí contra todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por la justicia, universalmente cubiertos de infamia, pero autoglorificándose con la común execración: son los Cristianos. [...] 

Su doctrina tiene un origen bárbaro. No es que pensemos imputárselo como una falta o un delito: los Bárbaros, ciertamente, son capaces de inventar dogmas; pero la sabiduría bárbara vale poco en sí misma, si no la corrige, depura y ultima el logos o la razón griega, de la cual Roma se siente heredera. [...]

He aquí algunas de sus máximas: «Lejos de aquí todo el que poseyera alguna cultura, alguna sabiduría, o algún discernimiento; son mas recomendables nuestros ojos: pero si alguno fuera ignorante, simple, inculto, pobre de espíritu, que venga a nosotros con valentía». Al reconocer que tales hombres son dignos de su dios, muestran bien claramente que no quieren ni saben conquistar sino a los necios, a las almas viles y sin apoyos, a los esclavos, a las pobres mujeres y a los niños. [...]

Celso - Discurso verdadero contra los cristianos.


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Todas las herejías en último término tienen su origen en la filosofía. De ella proceden los errones y no sé qué formas infinitas y la tríada humana de Valentín; es que había sido platónico. De ella viene el Dios de Marción, cuya superioridad está en que está inactivo; es que procedía del estoicismo. Hay quien dice que el alma es mortal y ésta es doctrina de Epicuro. [...] Es el miserable Aristóteles el que les ha instruido en la dialéctica, que es el arte de construir y destruir, de convicciones mudables, de conjeturas firmes, de argumentos duros, artífice de disputas, enojosa hasta a sí misma, siempre dispuesta a reexaminarlo todo, porque jamás admite que algo esté suficientemente examinado. [...] Quédese para Atenas esta sabiduría humana manipuladora y adulteradora de la verdad, por donde anda la múltiple diversidad de sectas contradictorias entre sí con sus diversas herejías. Pero, ¿qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿Qué relación hay entre la Academia y la Iglesia? ¿Qué tienen que ver los herejes y los cristianos? Nuestra escuela es la del pórtico de Salomón, que enseñó que había que buscar al Señor con simplicidad de corazón. Allá ellos los que han salido con un cristianismo estoico, platónico o dialéctico. No tenemos necesidad de curiosear, una vez que vino Jesucristo, ni hemos de investigar después del Evangelio. Creemos, y no deseamos nada más allá de la fe: porque lo primero que creemos es que no hay nada que debamos creer más allá del objeto de la fe.
Tertuliano - De Praescriptione, 7, 1.

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